domingo, 22 de mayo de 2011

¿Te suena de algo?

A partir de lo que está pasando en sol, en las acampadas y con la llamada #SpanishRevolution quiero plantearos algo. ¿Qué pensáis si os digo que los partidos políticos y los periódicos tradicionales tienen una serie de reglas y con ellas diseñan sus discursos, intervenciones, titulares y propaganda para manipularnos?

Imaginemos por ejemplo que fueran las siguientes:

1. Simplificación y enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.




2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo.




3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.




4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.






5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.




6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.



7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.



8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.





9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.




10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.


11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.


Os suena de algo, ¿verdad? Pues no es ningún manual de los partidos o los periódicos, es el decálogo de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda nazi para manipular a las masas.

Solo os pido que la próxima vez que escuchéis hablar de ETA, de nacionalismos, las palabras "rojo", "facha", "guarro", "pijo" o "perroflauta" seáis críticos y penséis que podéis estar siendo víctimas, una vez más, de la manipulacíon de unos pocos para nosotros nos enfrentemos mientras ellos se llenan de privilegios.

Por favor, intentemos cambiar algo, de forma plural, teniendo en cuenta a todos, pero siendo más listos que ellos, olvidando su propaganda y sus eslóganes y palabras vacías.